18 julio 2010

¡Una verdadera reforma laboral!

 Foto Rio Lagares  (Baldo)

No hacen falta defensas a ultranza respecto de la figura del Presidente del Gobierno, de si es un peluche debilucho o un hombre de acero. Las críticas modestas, sinceras y constructivas siempre le han venido por esa aparente lentitud en la adopción de medidas o, por el empeño en mantener a toda costa, hasta el suspiro último a quién, por activa y por pasiva, debería haber sido sustituido desde largo tiempo. Son criticables también, auque de ello habrá que hablar en otro momento, las conductas inadecuadas que se están llevando a cabo en las empresas del Estado, gestionadas sin cumplir con la normativa a pies juntillas, en materia laboral y de salud y seguridad en el trabajo.

Las reformas, que está llevando a cabo Zapatero, son de mucho más calado de lo que realmente percibe la gente y ello, es fruto de una nefasta política de información pública, de no saber hacer llegar la política a los ciudadanos, sin mediar precisamente el lenguaje político. La gente quiere saber lo que ocurre y el por qué de las cosas.

No reconocer que se está produciendo una profunda transformación legislativa y una modernización sin precedentes, tendente a sentar las bases para un tiempo diferente, es ser canalla, es posicionarse en contra de los intereses ciudadanos y ello, sin aportar nada. El plan de la oposición política española es nefasto.

Los trabajadores están inquietos pero, al mismo tiempo confiados en el Presidente, con la esperanza puesta en su palabra

La reforma laboral habrá de ser profunda si realmente, los términos ¡cueste lo que me cueste! del Presidente, significan estar con los conciudadanos, antes que con los electores. No hemos perdido la esperanza.

Modernizar el mercado de trabajo, habrá de ser para los que ya peinamos canas, cambiar todo aquello que está haciendo imposible avanzar, eliminar posturas tendentes a obstaculizar el progreso, apoyar el compromiso serio y humilde de los dirigentes sinceros.

Son claves, para el inmediato futuro, los cambios legislativos; es una garantía de credibilidad la tangibilidad normativa, conseguida con tesón, negociada, luchada.

Así, la responsabilidad penal de las empresas; la penalización de los fraudes contractuales laborales; la reforma de las pensiones; la implantación de un contrato indefinido base y fuerte, que permita un clusulado técnico y eficaz, junto al mantenimiento de los contratos temporales específicos estructurales y especiales sectoriales; la adecuación a Europa, del tiempo de trabajo y la jornada. Todo, habrá de ser la plataforma de un tiempo diferente tras la crisis.

Ha llegado el momento de poner sobre la mesa soluciones, además de condiciones; renuncias a cambio de garantías de futuro; un cambio leal de empleo en precario por otro posible y cierto. Al lado, las reglas del juego; la inaplazable ley de huelga;  la modernización del sistema de negociación colectiva; un nuevo orden representativo social, acorde con los tiempos.

El profundo respeto por las trabajadoras y trabajadores y la exigencia de altura a los poderosos.

¡Una verdadera reforma laboral!  Salvo mejor parecer.  Baldomero Gómez

10 comentarios:

Laura dijo...

Es durísimo lo que está pasando pero ¿qué pasaría si gobernara Rajoy?, da miedo pensarlo

SALVADOR DE MADARIAGA dijo...

No se entiende que CORREOS S.A.E. no tenga un convenio propio a estas alturas, maxime cuando la inspección de trabajo le ha OBLIGADO A SENTARSE CON LAS ORANIZACIONES SINDICALES para llegar a un acuedo que haga que las relaciones laborales sean en base a algo acordado y NO se utilice el no acuerdo para reprimir y no cumplir NADA.

Javier dijo...

Los interlocutores sociales no han dado palo al agua durante un montón de meses de negociación. Hacer cambios es muy necesario pero también tiene que cambiar la estructura negociadora, como también señalas en tu artículo.

Los sindicatos tienen que hacer cambios pero lo primero el sistema de elecciones sindicales y la representación.

Marisa dijo...

El Parlamento puede hacer una reforma laboral a la altura de las circunstancias

Catalina dijo...

También deberían cambiar los sindicatos internamente, hay gente liberada que no trabaja ni dentro ni fuera.

SALVADOR DE MADARIAGA dijo...

En los sindicatos asistimos a que un número elevado de LIBERADOS no están capacitados para la acción sindical ni tampoco se les ve convencidos con lo que es un LIBERADO.
Creo, sin duda, que hay gente más capacitada y energica para desempeñar esta labor democrática pero habiendo en el ambiente desconfianza con los compañeros de sus mismas siglas nadie hasta ahora quiere dar la cara.

Ramón dijo...

La confianza de Zapatero se la está cargando Pepe Blanco

Evaristo dijo...

Pepe Blanco está actuando por lo que le cuentan, tiene que empezar a comprobar por sí mismo las cosas que ocurren. Empieza a dar la sensación de que es una figura de continuidad en el Ministerio de Fomento, que no le diferencia de lo actuado por sus antecesores del PP. Las empresas que se encuentran adscritas al Ministerio de Fomento han de cumplir las leyes, y el segundo no puede hacer tanta vista gorda en los atropellos e ilegalidades que éstas cometen como por ej. Aena y Correos.

Manuela dijo...

Sí, va a ser posible

SALVADOR DE MADARIAGA dijo...

El Ministro de Fomento sabe muy bien que AENA y CORREOS son dos empresas que están dando muchos problemas por no utilizar una política de verdad.Sólo se le ocurren LIBERALIZAR los dos sectores donde trabajan ambas empresas del estado.
Ya anunciado que AENA ya no será la única empresa que gestione los aeropuertos dando paso a empresas privadas, y eso mismo con CORREOS. Las consecuencias la veremos dentro de unos años si el servicio ha mejorado en calidad y en prestaciones....ya veremos