Paseo

Río Lagares-Vigo (Baldo)
Tranquilo lugar donde disertamos sobre aquello casi inalcanzable. Si, casi. 

¡Cuántas veces, tras el paseo, mucho de lo tratado se ha hecho realidad!.

Ver la fotografía motiva mi memoria, pasan velozmente, como capítulos abreviados, los magníficos momentos que hemos aprendido a vivir juntos. 

Al carajo las dificultades, tu eres el antídoto, el lugar es el medio...

La ropa no importa, cualquier trapito es suficiente para dejarse ver, siempre que se respeten las normas de conducta, se marque un paso decente, mire los culos con disimulo, procure hablar con tono suave, no trate de llevarse un pato, deje paso a las bicicletas y respire hondo. Ahora, por si fuese poco, también puedes cargar la mochila con una suculenta, caprichosa y sorpresiva merienda que, sacarás cuando tu compañía sude y esté dispuesta para el regreso. ¿A dónde crees que vas?, toca tomar asiento a la mesa, comer y beber, la tarde es joven, ¿por qué esa prisa?. Tras la fruta, mirar el río y pedir un deseo sencillo.

Baldomero Gómez (yo soy Galmier Zemog)